IPCC y U de C conmemoraron el Sitio de Cartagena con una jornada de apropiación social de los monumentos del Centro Histórico

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Cartagena de Indias D. T. y C., 7 de diciembre de 2022. El Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), en convenio con la Universidad de Cartagena, conmemoró el Sitio de Cartagena con una jornada de apropiación social de los monumentos del Centro Histórico.

Niños y niñas del barrio Santa Rita, el Voluntariado Udeceista de la Universidad de Cartagena y otros actores académicos, barriales, comunitarios, sociales, comunicacionales e institucionales, se dieron cita en el Parque Apolo, el Parque del Centenario y el Camellón de los Mártires para tener un mayor acercamiento con la historia y el patrimonio cultural cartagenero. 

Durante el encuentro, se trabajó en el cuidado de los sitios, su apropiación y la comunicación de las experiencias vividas a través de diversos canales, medios y plataformas.

El Sitio de Cartagena fue un suceso militar que recuerda no solo el período de hambre, desolación y muerte en la ciudad por más de 100 días desde el año 1815; sino también la resistencia de un pueblo, la lucha y la unidad por la defensa y la libertad; así como los héroes y heroínas que han dejado un importante legado en el pueblo cartagenero.

“Hoy recordamos a los héroes y heroínas que estuvieron dispuestos a dar su vida por lograr la libertad de nuestro Corralito de Piedra. Si bien, fueron tiempos muy difíciles, hoy hacemos memoria de la capacidad del cartagenero para luchar y resistir al defender lo que le pertenece. Ese mismo espíritu de liderazgo nos ha permitido seguir rompiendo paradigmas y cadenas que afectan nuestro quehacer cultural.

¿Cómo se vivió ese hecho histórico?
Por: Mabel Vergel. 
En 1815 fue el inicio, sobre suelo neogranadino, de la empresa de reconquista que el Rey Fernando VII se propuso adelantar, luego de que varias de sus antiguas colonias se declararan libres e independientes de su dominio tras la crisis desatada en Europa a manos de Napoleón Bonaparte. 

En el caso de Cartagena, la insurrección se hizo oficial el 11 de noviembre de 1811 cuando decididamente y con el apoyo de las milicias pardas, declaró la independencia absoluta del imperio español. 

Menos de 4 años habían pasado desde entonces, hasta cuando el Ejército Expedicionario del Teniente General Pablo Morillo arribó a la costa caribe colombiana para poner en marcha la retoma de la Plaza Fuerte y abrirse paso hacia el sur del continente. 

A pesar de la fuerte resistencia que opusieron los habitantes de la Cartagena de aquellos días, las dificultades propias del asedio de 4 meses al que fueron sometidos, la ciudad se vio obligada a sucumbir. El día 7 de diciembre de 1815 Pablo Morillo ocupó la ciudad encontrándose de frente con el hambre, la desolación y la muerte. 

Aun así, la comandancia militar española prosiguió su campaña a punta de retaliaciones, instaurando el Régimen de terror  sobre las vidas de aquellos que defendieron y participaron activamente en el proyecto revolucionario. Se conformó entonces el Consejo Permanente de Guerra y se creó un tribunal militar denominado Consejo de Pacificación, con el propósito de juzgar y aniquilar a los patriotas, además de despojar de sus bienes a sus familiares. 

Se puso fin al Estado Soberano de Cartagena y la ciudad quedó enferma, mermada y debilitada, subordinada de nuevo al poder español. 

El episodio del “Sitio de Morillo” demostró fehacientemente el compromiso de quienes creyeron muy tempranamente en el movimiento de emancipación, que no solo proponía independizarse de la sujeción de la corona española, sino que, a la vanguardia del movimiento político liberal proveniente de las ideas de la ilustración y de la reciente Revolución Francesa, proponía el establecimiento de un nuevo régimen político: el republicano, que rompía los lazos de unión entre las colonias de ultramar y el antiguo régimen europeo. 

El Sitio de Morillo y su consecuente triunfo sobre Cartagena significó la interrupción de un proyecto político que se venía forjando al interior de la ciudad, conflictivo pero fervoroso, que fracturó por un par de años el paradigma del poder monárquico. 

Seis años más tuvieron que pasar para recuperar lo perdido, después de la Noche de San Juan en 1821.

El fin del “Sitio de Morillo” debe ser conmemorado como monumento a la resistencia en aras de la libertad, de los derechos civiles y políticos, de la igualdad, de la soberanía de los pueblos, porque estos fueron los principios que se defendieron durante esos aciagos días y por los cuales tantas vidas se sacrificaron.

Fin del comunicado 2.370

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